Los planes y programas para el desarrollo deberán considerar en su diseño y ejecución, el equilibrio población-industria-espacio-ecosistema para preservar los recursos naturales y garantizar la viabilidad y permanencia de la población en armonía con la naturaleza en un contexto de seguridad y calidad de vida; para lo anterior se estará a lo dispuesto en la legislación en materia de ecología.